Nunca hablé con él. Lo conozco, eso sí, "de vista, de leídas y oídas", y esto debería bastarme para hacerme una idea de su forma de ser. Cuando hablo de su distinción no me refiero solamente a su prestancia de señor joven que tiene ya muchos años. Me refiero sobre todo a cierta elegancia moral plenamente puesta a prueba. Una elegancia que, por ejemplo, en el discurso que pronunció con motivo de su investidura como doctor honoris causa por la universidad Complutense, le hacía decir que su largo exilio se había debido "a causas ajenas a mi voluntad".
Francisco Ayala.
1 comentario:
Popi rara que tal?? bue yo aca un dia mas en la vida currando mucho y de muchos rodajes... pues como no te conectas pasate por mi blog y ve el corto mola mucho....
bue cudiate me mola mucho ese tema
Publicar un comentario